Salvemos a Verónica (4/4) parte 3 de 3 - Las Bolas de Pablo

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10 abr 2020

Salvemos a Verónica (4/4) parte 3 de 3

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE: BALLBUSTING F/M Y CUNTBUSTING F/F.

   En la entrega anterior, Verónica obtuvo acceso al parqueadero privado del hospital, tras vencer en un duelo de escalpelos al Urólogo Mateo. Colocó su bomba armada, al parecer cerca de los tanques de oxígeno externos, y finalmente se enfrentó a Armando Díaz y la Teniente Gertrudis Ferrer… Les hubiera matado de no haber intervenido el caza recompensas Darío. Finalmente dormida por un dardo, fue neutralizada. Sin embargo la bomba no estaba en el lugar esperado y restan 15 minutos para que detone… Son las 2:55 Am.

   Díaz daba la mala noticia, la bomba no estaba cerca de los tanques de oxígeno.

   “Pero en donde rayos está?, hay que hallar esa bomba!”. Se preocupó Gertrudis.

   Armando recuperó el maletín de la enmascarada y extrajo el teléfono móvil, antes les había amenazado con detonar la bomba al oprimir un botón…

   “Oh Dios!”. Palideció el detective. Y ante la expresión de intriga de su superiora, expuso: “Mi Teniente, en el teléfono no hay nada referente a la bomba, solo estaba blofeando cuando nos amenazó”. 

   “Condenada mocosa… Nos engañó para desarmarnos… Ni modo, solo nos resta esperar al escuadrón antibombas, ellos tiene sensores para detectar los explosivos, además traen perros rastreadores”.

   “Pero mi Teniente y si la bomba explota antes?, como podemos no hacer nada, además deberíamos evacuar el hospital, no?”. La superior se mostró dubitativa.

   “Oigan, debo informarles que he podido rastrear el detonador de la bomba, pero solo hasta el hospital, hace unos minutos perdí toda señal localizadora, de seguro fue cuando bajó a éste estacionamiento, los muros anchos impiden cualquier transmisión”. Finalmente confesó Darío.

   “Parece que se ha guardado información caza recompensas, luego hablamos, pero ahora como localizamos la bomba?”. Gertrudis estaba sin opciones.

   Darío con remordimiento de conciencia aportó: “Podrían despertarla, estamos en un hospital, los doctores le pueden inyectar un estimulante que la despierte rápido, así estarían seguro de cuánto tiempo falta, y si los antibombas llegarán a tiempo”.

   Sin perder tiempo los tres tomaron rumbo a la urgencia, Darío llevaba en su hombro a la dormida Verónica…Al llegar, la Teniente ordenó a un médico despertarla, Darío informó el contenido del dardo tranquilizador.

   Rápidamente canalizan a la dormida y le inyecta por la vena 5 cc de un medicamento… mientras tarda en hacer efecto, la Teniente Ferrer se comunica con el escuadrón antibombas ordenando aceleren su llegada, desafortunadamente no podrán arribar hasta las 3:30 Am.

3:03 Am.

   “Que ocurre?”. Expresó Verónica al despertar, se vio rodeada de mucha gente, un médico y una enfermera, Armando Díaz, Gertrudis Ferrer, Darío el caza recompensas, el Urólogo Mateo, dos oficiales de policía, también la oficial Soler, aquella a quien la enmascarada había pateado en partes íntimas, anteanoche.

   La capturada estaba esposada de su mano derecha a una cama sencilla, y comenzó a analizar el lugar, era imposible la fuga. Además observó con disimulo un reloj en la pared… poco tiempo faltaba para la detonación.

   De entre los presente, alguien la miraba con real odio… se trataba de la oficial Soler, quién tras enterarse de la captura, quiso verla con sus propios ojos.

   Cuando Armando Díaz la vio ingresar a la habitación, recordó la promesa que la policía le pidió hacerle, y que no se creía capaz de cumplirle:

“Jefe prométame algo”.
“Lo que sea, dime”.
“Cuando atrape a esa maldita, patéele la vagina por mí!”

   “Habla, donde está la bomba!”. Gertrudis tomó a Verónica del cuello, zarandeándola levemente.

   “Bomba?... Jajajajaja, obviamente aún no explota”. La demente observó nuevamente el reloj en la pared, y una sonrisa le llenó la cara.

   “De que te ríes?, dinos, o tú también morirás, estás en la emergencia del hospital y correrás nuestra misma suerte”. Armando estaba desesperado, la impotencia no le dejaba otra forma de reaccionar.

   Verónica decidió burlarse más “Me atraparon, felicitaciones, y todo gracias a ese intruso que me atacó por detrás…Lastima que no me pueda vengar de ti, desconocido…”. Observaba detenidamente a Darío, quien la ignoraba.

   “… Ah, temo que moriré, pero al menos me llevaré a muchos conmigo… pronto nos veremos en el infierno...y nada evitará que así sea”.

   “A qué hora explotará demente, responde!”. Gertrudis una vez más zarandeaba a la criminal, ahora con energía.
   De repente Verónica observó al lado izquierdo de la cama, estaba de pie el doctor tratante, sonrió y a pesar de estar esposada en su mano izquierda, actuó!... Se contorsionó lanzando una patada con su pierna derecha, el empeine de la demente impactó en todo el bulto genital del galeno.

   “AAAAhhh!!!”. Fue el alarido del hombre, quien cayó enseguida de rodillas al piso. 


   “Uuffff”. Expresó Mateo al no ser él, quien recibiera el golpe bajo, a pesar de su resistencia, sus bolas seguían sensibles de los previos golpes.

   “Maldita!”. Expresó Díaz, quien la devolvió a su lugar boca arriba. Mientras tanto la enfermera atendió al médico.

   “El último par de huevos que pateo en vida, Jajajaja”. Se regodeó la demente.

   Gertrudis regañó: “Inútiles! espósenle también un tobillo, así no se podrá mover ni un centímetro”.

   “Ya es tarde para todos, Jajajaja… Entérense que la bomba explotará a las 3:10 Am…así que disfruten los 6 minutos de vida”. La científica suspiró complacida.

   Todos quedaron petrificados al voltear y ver el reloj en la pared. Nadie dio para decir nada más, era obvio que la demente no diría dónde ocultó el dispositivo, y no había tiempo para negociar con ella, o para que ella misma buscara hacer algún trato a cambio de entregar la ubicación de la bomba…todo parecía perdido.

   “Verónica por favor reacciona, di donde está la bomba!”. Miguel dio un paso dejándose ver en la habitación.

   “Vaya, vaya, incluso está mi novio, Jajajaja”. La demente sabía que él también moriría en la explosión, eso la alegró más.

   Miguel vio pasar a Darío con Verónica en su hombro, y convenció al oficial que le custodiaba, de dejarle ver a su novia por última vez.

   Armando Díaz observó a Miguel y resignado no ordenó le regresasen a la sala de observación. Por ahora había otras prioridades, se dirigió a la Teniente:

   “Mi Teniente, debemos evacuar la emergencia”.

   Gertrudis levantó la mirada y afirmó con la cabeza, entonces dijo: “Dé la orden Díaz, váyanse todos, salgan, aunque no podrán evacuar a muchos. Yo aquí me quedo… compartiré la suerte de la mayoría de inocentes que están en este hospital”.
Armando no discutió la valiente decisión de su jefa, dio la vuelta y se dispuso a salir.

   “Maldita estúpida!...”. La oficial Soler no aguantó más y la insultó. “…Si vamos a morir, te romperé esa boca al menos, perra!”. Avanzó para golpear a Verónica, pero un oficial la detuvo.

   “Ah!, pero a quien tenemos aquí?, no te ocultes tras los demás, policía mediocre…”. Verónica la provocó, Todos voltearon observando la reacción de Soler.
“…Te duelen las lesiones que te causé, donde te di?, ya ni recuerdo como te golpee, patética policía, miento, si recuerdo, y no sabes cómo me degusto el recordar cada golpe que te conecté…Jajaja... De seguro aún te duele todo, Jajaja…”.

   “No le hagas caso Soler!”. Expresó Armando, quien se detuvo un instante.

   Fue entonces cuando la ofendida mujer, tomó de una mesita un arma eléctrica, ya le había puesto el ojo y ahora se decidió a usarla… Estaba junto a otras pertenencias que la enmascarada guardaba en su maletín.

   “Ahora verás. PERRA!!”. La oficial Soler se abrió camino entre el oficial y los presentes y hundió su brazo en la entrepierna de la demente, el arma se activó pasando toda su carga eléctrica a la intimidad de Verónica.

   “AAAHHhhh!”.Verónica apretó los dientes del dolor y la tensión.

   La corriente eléctrica recorrió sus labios vaginales, clítoris y llegó hacia su vejiga a medio llenar, los muslos de la joven se contraían violentamente. Fue entonces cuando Gertrudis retiró el arma de manos de la oficial.

   “Dame eso estúpida!, contrólate!”. Gertrudis alejó a Soler de la capturada.

   “Estas loca, no la maltraten!”. Miguel reclamó con vehemencia.

   Gertrudis sacó de la habitación a la oficial Soler  quien azorada respondió:

   “Perdón mi Teniente, pero me la debía esa zorra”.

   “Mira, mejor sal y salva tu vida, apúrate y saca a todos los que puedas”.

   El shock eléctrico dejó a Verónica boquiabierta y casi inconsciente, Miguel se le acercó y la daba palmadas en el rostro para que reaccionase, el doctor le pidió que se hiciera a un lado para atenderla… De pronto Verónica pareció reaccionar.

3:05 Am.

   “MIGUEL!”. El novio se percató que se trataba de su amada novia y le dio otro par de palmadas.

   “Verónica estas bien?, Quédate conmigo…”. El novio estaba feliz de poder verla otra vez, si iban a morir, quería despedirse de ella.

   “Lo estoy, deben detener la bomba…”.

   “Sabes dónde está?, dinos!”. Armando Díaz había permanecido en la habitación ante el caos causado por Soler… ahora entendía que se trataba de la personalidad original y buscaba la necesaria información.

   “Esta consiente la otra personalidad?, que hable…”. Expresó Gertrudis quien regresaba a la habitación.

   Verónica parpadeó y dirigiéndose al detective expresó: “Al principio no tenía conocimiento de la existencia de mi alter ego, y por lo tanto de lo que pensaba, pero desde que aumentó su aparición y soy consciente de ella, he podido acceder a su memoria, así como ella acceder a la mía, la bomba está en… AAAHH!!!!”. Verónica se quejó de un terrible dolor de cabeza… la demente se prestaba a emerger y silenciarla.

   Miguel la tomó de la mejilla y la besó en los labios… la chica correspondió al beso, y cesó en ella toda queja de dolor.

   “Aquí estoy contigo mi amor, sigue conmigo”. Miguel la besaba con ternura.

   Verónica sonrió y afirmó con la cabeza.

   “La bomba está en…”. Todos los presentes estaban atentos a lo que dijera.
“En…”. Todos parecían a punto de irse de cara de tanta expectativa.

   “AH!, YA DILO DE UNA VEZ!!...”. El estallido de Gertrudis impactó a todos, incluso a la científica.

   “Cálmese mi Teniente”. Intercedió Díaz.

   “Esa maldita chica me exaspera los nervios!”.

   “Señora debe moderar sus estados anímicos…”. Verónica se dirigió a ella con una mirada de total calma, logrando que Gertrudis rechinara los dientes de la ira.

   “La bomba está adjunta a los tanques de oxígeno líquido externos”. Finalmente indicó la chica.

   “NO está ahí, revisé todo el lugar”. Informó Armando Díaz.

   “Está oculta en el piso, debajo de una placa suelta de cemento, mi contraparte usó ese piso falso a modo de escondite, no sólo por ser más difícil de hallar, sino que aprovecha un error estructural en el edificio… Gracias a los planos de la tubería de gas propano, -expuestos en un muro del estacionamiento-, se enteró que ésta pasa muy cerca de los tanques de oxígeno… la explosión del ANFO con el oxígeno, será lo suficiente para alcanzar el propano subterráneo y masificar unas 5 veces la explosión. Será una reacción doble, aérea y subterránea...lamentablemente el edificio se derrumbará y la tasa de mortalidad será demasiado alta”

3:07 Am.
   La narración de la joven dejó a todos perplejos, la explosión sería mucho más devastadora de darse.

   Gertrudis se dirigió a Díaz: “Deprisa Díaz vamos por ella!”.

   “Un momento!, necesitan la clave de desactivación…Es 95093, rápido restan 2 minutos, 37 segundos”.

   Los policías emprendieron la carrera más rápida de su vida…Caminando con la dormida científica habían tardado 5 minutos en ir del estacionamiento a la urgencia, pero ahora corriendo tenían que bajar esa marca.

   Llegaron a los tanques, Armando que ya había revisado el lugar, halló casi de inmediato el bloque suelto, y tras levantarlo encontró la bomba… el reloj marcaba 24 segundos cuando Gertrudis digitó la clave de desactivación y lo detuvo.

   “UUFFF…Menos mal esto no es una película de acción”. Exhaló Armando Díaz.

   “Y porque lo dice, Díaz?”.

   “Porque de serlo se habría detenido el reloj faltando un segundo”.

   Los policías comenzaron a reír.

   El equipo antibombas llegaría tarde como siempre y se encargaría del material explosivo.

   Eran las 3:35 Am, la tranquilidad volvió a la urgencia del hospital, mientras en un baño del segundo piso Camila y Gonzalo emergían ya aseados y satisfechos del acto sexual (Relato: LA NOCHE DE CAMILA)…se habían sacado los sesos en una única relación sexual, dado el dolor testicular del varón.

   Al ver tantos policías en la urgencia, y muchos rostros de alivio, Gonzalo preguntó a una enfermera que presenció todo el asunto: “Sucede algo?”. 

   La enfermera se quedó petrificada ante la pregunta… Si bien era cierto que pocos fuera de las autoridades se enteraron del peligro que todos en ese hospital corrieron, el salvarse de una explosiva muerte la dejó en un estado de ansiedad extrema…la ingenua pregunta de Gonzalo solo la hizo colapsar, así Camila y su pareja vieron  a la enfermera desmayarse, enseguida le prestaron ayuda.

   Miguel permanecería junto a su amada Verónica, aun cuando los doctores decidieron sedarla, así prevendrían el resurgir de la personalidad demente. Antes de dormirse Verónica agradeció a su novio por todos sus intentos de protegerla.

   “Haría lo que sea por salvarte Verónica… y no descansaré hasta que esa demente ya no exista, estaré contigo siempre”.

   “Ya me has salvado Miguel…”. La científica cayó en un profundo sueño.

   Dos horas después, Darío el caza recompensas pide le entreguen a la fugitiva. Los médicos le dieron de alta, si bien la mantuvieron dormida con un sedante de larga duración…Ahora el tratamiento sería a cargo de psiquiatras…tras un rápido papeleo, el sujeto tiene todo en orden para llevar a su presa capturada ante quien le pagará los 15.000 dólares.

   Al enterarse, Miguel  fue por el único familiar presente de la capturada... el tío Edgar, ambos exigen que no le den a Verónica  al caza recompensas; Armando Díaz les explica que por ley Darío tiene jurisdicción, él fue quien la capturó, y tanto él como la Teniente Ferrer certifican aquello (El que Darío les salvara la vida, les obliga a aceptar darle el crédito de la captura, a pesar de su propio enojo); Ahora la llevarla ante su contratante, y éste deberá entregar a Verónica a las autoridades. 

   Miguel recrimina: “Pero quien sabe que le hará esa persona, y si la lastima?, y si tiene planeado alguna venganza por algo que le hiciera? Verónica no es culpable de lo que hacía su otra personalidad!”.

   “El caza recompensas me contó quien es su contratante… Es Gustavo Piñeres, el gerente del club  FIGHT TWO, el lugar que asaltó la enmascarada”.

   “Pero ese hombre tendrá algo contra Verónica, y si no la entrega a la policía, y planea alguna venganza sexual como desquite”.

   El escuchar “sexual” hizo colorear al detective.

   “No era necesario decir el término “sexual”, sería algo ilegal cualquier venganza y peor de esa clase, además no te preocupes, no me agrada ese sujeto Piñeres. Enviaré a dos oficiales con el caza recompensas, apenas la entregue al contratante, los oficiales aparecerán y le exigirán la entregue a la policía, él no podrá negarse o demostrará que tiene alguna intención oscura aparte de recibir la recompensa…Todo estará bien, cálmate”.

   “Está seguro que todo irá bien?”.

   “Relájate, además los dueños de ese club son gente con cierta influencia y no querrán ver su imagen afectada, incluso les ayudaremos, porque la publicidad de que ayudaron en la captura de la fugitiva, les mejorará la imagen de su negocio para adultos”.

   Miguel decidió confiar en el detective, le hubiera gustado despedirse de su novia, pero seguía dormida y seguiría estándolo por horas.

   A las 5:30 Am, Gustavo Piñeres despertaba, fue al baño y apenas terminó de orinar se comenzó a masturbar.

   Se sentía frustrado sexualmente, anoche tuvo ganas de fornicar, pero su esposa estaba de viaje, y su amante de turno no estaba disponible (Sin saberlo, la mujer estaba en una cita con su propio amante, y dio una excusa a Piñeres para no verse), desesperado por sexo, tocó la puerta de la empleada del servicio. 

   Pero sus insinuaciones terminaron abruptamente, cuando la joven asustada por la erección de su patrón se negó a yacer con él, Piñeres quiso insistir, ya antes ella había cedido  a las argucias del patrón, pero la chica ahora estaba enamorada y queriendo ser fiel a su nueva pareja se negó a la intimidad; Piñeres le ofreció el cielo y la tierra para que le diera  acceso a su cama, pero la negación fue rotunda.

   “Que no!!”. Enojada, la empleada lanzó un puño hacía atrás dándole certeramente en las pelotas, de quien la abrazaba por la espalda. 

   “AAAhhhh!!”. Expresó Piñeres, y de inmediato se agarró las huevas, el hombre quedó doblado a la mitad, mientras la empleada le cerraba la puerta en la cara.

   “Y no molestes más!”. Le alcanzó a gritar.

   La mujer sabía que el patrón no podría vengarse de ella, siendo una sobrina lejana de la señora de la casa, solo ella la podía correr, además Piñeres era un empedernido en el sexo e infiel con su lejana tía, se merecía ser castigado de vez en cuando.

   “Condenada…”. Piñeres se mordió los labios y ocultó el dolor, el puño le había aplastado con más ahínco el huevo derecho…se lo sobó con dos dedos…
…Finalmente no perdió más tiempo con la empleada, además algún otro día podría necesitar de su calor corporal, lo mejor era dejar las cosas así; Enseguida tomó rumbo a su cuarto, donde se derrumbó en la cama, y pasaría unos 10 minutos sobando sus bolas…Finalmente una mala película y el sueño le llegó. 

   Ahora bajo la ducha aceleró la masturbada, hasta finalmente correrse contra la pared, tres potentes chorros de esperma, se llevaron la ansiedad, y respiró más tranquilo.

   Se alegró al recibir un mensaje del caza recompensas, donde le anunciaba la captura de la fugitiva… Era muy eficiente, apenas ayer tarde le había contratado y ya lograba su objetivo… Le respondió dejándole claro que la llevara lo más pronto posible al club. A toda prisa se vistió y salió rumbo al trabajo.

   En el recorrido Gustavo se preguntaba qué haría con la fugitiva, era cierto que la entregaría a las autoridades, pero no sin que se hubiera desquitado, aquella vez le golpeó sus preciados huevos, y sin misericordia, ahora sería él quién no tendría misericordia con ella…tal vez golpearla un poco, aunque no era muy dado al maltrato femenino…una idea pasó por su mente cuando recordó el anuncio en televisión de la identidad de la enmascarada... 
…Entonces se agarró el paquete, el masaje a sus pelotas le despertó el pene, se saboreó imaginando lo que podía hacer a solas con esa jovencita, esa linda jovencita!... Se merecía el peor castigo!

   Llegó al club a las 8 Am, en su oficina le esperaba Darío con la dormida científica, su asistente Camila se veía más que trasnochada, de hecho no había dormido luego de la noche agitada con su nueva pareja Gonzalo. Observó a Darío el caza recompensas, pero no le vio de la misma manera que ayer, ahora estaba con un chico que la hacía sentir muy feliz. 
   El caza recompensas le entregó la máscara que la identificaba como la asaltante y maltratadora. 

   Piñeres observó a la dormida fugitiva, ante lo que Darío se disculpó informándole que dormiría por varias horas; En parte Piñeres se decepcionó, de ese modo no podría lastimarla y verla sufrir por sus actos, pero a la vez, sonrió por dentro, su perversa idea podía realizarse sin consecuencias, ni la afectada sería testigo de su actuar.

   No tardó Darío en recibir su recompensa de 15.000 dólares y dejar el club, no sin antes recomendar entregarla de inmediato a las autoridades, sólo obtuvo la tibia promesa de Piñeres de que lo haría al avanzar el día.

   Pasados 2 minutos, Gustavo se dispuso a cobrar desquite, colocó a la dormida joven sobre un enorme y cómodo sofá, se acercó a ella y la tomó de las mejillas.

   “Lindura, no sabes lo que te espera… te arrepentirás por haberme robado, y por lastimarme las pelotas”. Se tocó las gónadas, sintiendo una leve molestia por el golpe de anoche.

   Piñeres se acostó encima de la joven, sosteniéndola de las muñecas, su boca enseguida fue a besar los senos de Verónica por encima de la blusa, los sentía suaves, luego besó su cuello, la dormida se movía levemente reaccionando a los estímulos. 

   “Querida, las caricias apenas comienzan”. Piñeres se levantó y le quitó la blusa, dejándola en sostén, luego lo desabrochó viéndole los senos de tamaño mediano. Se alejó un paso del sofá contemplando a distancia su próximo manjar, desde ayer tenía ganas de sexo y ahora lo haría realidad, no era lo mismo masturbarse…su ingle estaba a reventar, así que abrió el cierre del pantalón, asomando su pene erecto.

   Decidió degustar un poco más antes de penetrar a su víctima, así que nuevamente se acostó sobre la chica, y le chupó un rosado pezón…Pero su acción traería consecuencias, el estímulo erótico generó una respuesta refleja en la dormida Verónica, en forma de rodillazo!… la rodilla izquierda se levantó, golpeando justo la entrepierna de Gustavo Piñeres. 

   La rotula aplastó su testículo derecho, deformándolo un segundo, los nervios gonadales se tensaron y transmitieron dolor de inmediato, haciendo que el sujeto abriera los ojos ante el sorpresivo e inesperado golpe.

   “AAAYYYYMMmmmm…!”. Exclamó, mordiéndose enseguida los labios, evitando así que se escuchara el quejido afuera de la oficina, enseguida se retiró defensivamente de la agresora, retrocediendo con las piernas separadas, y agarrándose las bolas, no fue un golpe tan fuerte, pero sí había acertado en el lugar justo, el mismo huevo que anoche le golpeó la empleada.

   “Maldita puta…”. Exclamó en voz baja, por la falta de aire… inspiró a profundidad retomando el aliento y logrando erguirse, detalló las cosas mejor…Sentía vergüenza, había sido lastimado por una mujer dormida… la impotencia ante un pene que ahora estaba flácido, por lo que no podría hacerle el amor por un tiempo, le llenó de rabia.

   “Pero me la vas a pagar, condenada!”. Su actitud agresiva ante una mujer “indefensa” era más que patética.

   Decidido al desquite, iba a golpearla!, avanzó con una mano en alto y el puño cerrado, pero en ese instante fue interrumpido por Camila quién tocaba a su puerta.

   “Disculpe Doctor Piñeres, pero la policía está aquí, quieren verle enseguida, es sobre la enmascarada que le trajo el caza recompensas”.

   La alarma invadió su cuerpo, la policía a solo una puerta de la escena más comprometedora del mundo…Un hombre maduro, con el pene afuera, frente a una chica dormida y en topless…
…Algo en su cabeza le dijo que hacer…y pronto!, como si fuese Flash, colocó el sostén y blusa a la chica, mientras anunciaba que esperaran un minuto para abrirles. Casi al momento de girar la perilla, recordó que no había cerrado su corredera, pero en un movimiento de ascenso -que casi le atrapa el pene- logra cerrar el pantalón y abrir con una sonrisa hipócrita.

   “Está bien jefe?, se ve pálido”. El susto y el dolor testicular le tenían blanco como un papel.

   “Estoy bien, en que les puedo ayudar, caballeros…”. 

   Dos policías saludaron e ingresaron a la oficina, mientras Piñeres se mordía la lengua del enojo, la asistente flanqueada por los dos hombres, observaron a Verónica dormir.

   Los agentes eran los enviados por Armando Díaz, quienes según indicaciones de su superior, actuaron apenas el Caza recompensas salió del club y les hizo una señal.

   Gustavo Piñeres se sangró la lengua ante su mala suerte, no tenía de otra que entregar a la fugitiva ante las autoridades, su venganza quedó en nada.
Lo que si obtendría sería la recompensa, que ayudo a costear el pago a Darío, además de una útil fama para él y su club… Públicamente quedó como el captor de la peligrosa demente.

   De esta forma Verónica Arango quedó finalmente detenida, se aplicaron extremas medidas de seguridad que evitaran su escape, mientras recibía tratamiento psiquiátrico y esperaba el juicio por todos sus delitos.


FIN.
Gracias.

Aquí termina la historia SALVEMOS A VERÓNICA, En el próximo relato se expondrán las consecuencias judiciales a la protagonista, por todas sus acciones...Titulo: LA CONDENA.

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