Todo por una chica - Las Bolas de Pablo

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5 abr 2020

Todo por una chica

Mateo
   DespuĆ©s de una vida entera de rivalidades todo parecĆ­a favorecer el clima entre Diego y Mateo, un par de hermanos cuya competitividad los habĆ­a llevado a hacer grandĆ­simas locuras producto de un instinto de competencia continua, fue asĆ­ que se convirtieron en grandes deportistas, ya que cuando uno ganaba un trofeo o una medalla el otro querĆ­a igualar y superar a su contrincante.

   Ambos de maneras diferentes eran los mejores en sus respectivos empleos Mateo se caracterizaba por ser uno de los mejores veterinarios y a causa de su encanto natural uno de los mĆ”s visitados, por otra parte, Diego no se quedaba atrĆ”s, ya que gracias a su carisma y linda sonrisa logrĆ³ consolidar su agencia de viajes como una de las mejores de la ciudad.

   Como si de una mala jugada del destino se tratara, ambos se enamoraron de la misma chica y como ninguno se dejarĆ­a arrebatar el amor surgiĆ³ la peor de las ideas, apostar por ella y el que lograra besarla antes del tĆ©rmino de una semana ganaba, eso sĆ­, debĆ­a quedar documentado en una fotografĆ­a. Desafortunadamente la chica no querĆ­a generar conflictos entre familia por lo que no aceptĆ³ las insinuaciones y propuestas de ninguno.
Diego

   Con lo que no contaba Mateo era que Diego querĆ­a sacarlo del camino a toda costa y como no habĆ­a podido por las buenas lo harĆ­a por las malas, asĆ­ que planeĆ³ atacarlo para que abandonara la idea de seguir conquistando la chica que le gustaba.

   Aprovechando la ausencia de sus padres Diego llegĆ³ un poco mĆ”s temprano y de esta manera puso en marcha su plan, esperĆ³ a que su hermano llegara a casa despuĆ©s de trabajar y silenciosamente entrĆ³ en la recĆ”mara de Mateo escondiĆ©ndose mientras Ć©l se duchaba, como era de esperarse Mateo saliĆ³ del baƱo desprevenido cuando fue sorprendido por un dolor punzante en su bajo abdomen seguido de una fuerte necesidad de cubrir sus golpeados huevos los cuales habĆ­an sido golpeados sorpresivamente.


   Mateo quedĆ³ en el suelo en posiciĆ³n fetal tratando de recuperarse de la fuerte patada que habĆ­a recibido, sin embargo, Diego querĆ­a mĆ”s asĆ­ que se dispuso a levantarlo del suelo, en eso, Mateo reuniĆ³ las pocas fuerzas que tenĆ­a y logro acertarle un fuerte puƱo en la boca del estĆ³mago se puso sus pantalones cortos de correr para no continuar desnudo, y le dijo:

-          AsĆ­ que quieres pelear.

-          A lo que Diego respondiĆ³ violentamente con un puƱo en la cara.

   Esto generĆ³ que Mateo dejara de protegerse la entrepierna, para cubrir su cara, oportunidad que Diego no dejĆ³ pasar aprisionando entre sus dedos las protuberantes pelotas de su hermano mientras le decĆ­a:

-         TĆŗ vas a dejar en paz a mi chica.

-          —¡¡¡AAAHHHHHH!!!  ¡¡¡NNNO ES TU CHICA!!!

   A lo que Diego contestĆ³ apretando mĆ”s.

-          ¡AHHHH! ¡SUELT..!  

   —Sƍ, si es mi chica, y si quieres seguir siendo un hombre no deberĆ­as retarme y estrujo mĆ”s fuerte
-
          ¡AHHHHHH¡

   DespuĆ©s de unos minutos que parecieron horas, Diego soltĆ³ las bolas de Mateo quien cayĆ³ al suelo cual bulto de papas.

   Pasados unos pocos minutos Diego le decĆ­a:

-          Mateito, yo no te querĆ­a lastimar, pero tenĆ­as que meter el hocico donde nadie te llamĆ³, espero hayas aprendido la lecciĆ³n y se empezĆ³ a alejar.

   En eso Mateo se abalanzĆ³ contra Diego logrando acertar un fuerte puƱo por detrĆ”s a sus desprotegidos huevos y antes que pudiera cerrar sus piernas logrĆ³ volver a subir su brazo con mĆ”s fuerza golpeĆ”ndolo por segunda vez.

   Acto seguido lo subiĆ³ a la cama y con los cordones de las cortinas lo amarrĆ³ de pies y manos y le dijo:

   que comience el juego. TĆŗ eres afortunado hermanito, ¿sabes por quĆ©?

-          ¡¡¡PORQUE!!!
-     
         Porque yo no sabĆ­a lo que me esperaba en cambio tĆŗ si sabes lo que pienso hacer

   De repente solo se escuchĆ³ un:
-          ¡¡¡PLAP, PLAP, PLAP!!!

    Seguido de un:
-     
          ¡¡¡AAAHHHHHH!!! NNNNO MMMMAS PPPPOR FAVOOOR
-   
       Hermanito tĆŗ me has enseƱado que cuando uno da algo el universo te lo devuelve tres veces.

-         ¡¡¡PPPERDONAME!!!

-          MĆŗsica para mis oĆ­dos vuĆ©lvelo a decir y le apretĆ³ los huevos.

-          ¡¡¡AAAHHHHHH!!!

-          No te escucho Dieguito, yo creo que tendrĆ© que subir el volumen y apretĆ³ con mas fuerza.

-          ¡¡¡AAAHHHHHH!!! ¡¡¡PPPERDON!!!!

-          AsĆ­ no, debes decir: “perdĆ³name Mateo, no lo vuelvo a hacer” y volviĆ³ a apretar

-          ¡¡¡PPPERDONAME MATEO, ¡¡¡AAAHHHHHH!!! NNNO LO VUELVO A HACER¡¡¡ exclamĆ³ con lĆ”grimas en los ojos

-          ¡mucho mejor! Y lo soltĆ³.

   Para ese entonces Diego estaba empapado en sudor llorando, mientras que Mateo lo desataba, cuando terminĆ³ le dio unos minutos de incĆ³modo silencio los cuales rompiĆ³ al decir:

-          ahora lĆ”rgate de mi habitaciĆ³n.

Diego, con mucha incomodidad se levantĆ³ y con la mano derecha aĆŗn dentro del pantalĆ³n acunando sus adoloridas pelotas, caminĆ³ hacia la puerta, cerrĆ”ndola al salir.
¿ContinuarĆ”...?

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