Esta historia la presentĆ© semanas atrĆ”s con mucha emoción, hoy dĆa es otra serie que tampoco sĆ© si desarrollar. Tengo muchas ganas pero tiene un poco de similitud con El Reino (aunque la trama de ambas no es la misma, pero no quiero que se confundan). Igualmente lean la historia, voten y den sus comentarios al final del post.
CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Gorg, el hijo mayor del señor Pratt, es un hombre al que le gusta entrenar y levantar pesas. Se enorgullece de sà mismo y le encanta cuando otros adoran su cuerpo, especialmente los mÔs débiles. A menudo se le puede encontrar frente a un espejo, flexionando y posando sus movimientos de victoria, todo mientras luce una fuerte erección.
Cuando se enteró de la misión de retirar a los hum del territorio, fue uno de los primeros en prestar sus esfuerzos a la batalla. ¡Orgulloso, mostrarĆ” a los hum el verdadero poder de la raza de guerreros Bromn!
Por su parte, Tadd era mƔs calmado, silencioso. Pero eso que Ʃl considera su desventaja es lo que le convierte en un ser que estƔ constantemente compitiendo y peleando. Aunque le dieron el apodo de "callado", todos los Bromn saben que puede derribar a quien quiera una vez que le enfrente.
Como a la mayorĆa de los Bromn, a Tadd le encanta luchar. Su movimiento favorito es el apriete de genitales, que usa con frecuencia para dominar a sus enemigos.
Siempre ansioso por demostrar su fuerza, Zug corrió hacia el señor Pratt cuando se enteró de la misión para despojar a los hum y convertirlos en sus esclavos.
¡LucharĆ” a toda costa para ayudar a los Bromn a reclamar el lugar que les corresponde en el territorio!
Según la orden del Señor Pratt, Gorg y el callado Tadd iban a invadir una granja.
Se quedaron amenazadoramente en las sombras, mirando el bonito asentamiento Hum ubicado en el extremo sur del reino.
Con esa primera ubicación los Bromn iniciaron La Batalla.
Gorg respiró hondo y dejó escapar el aliento por medio de una risa corta y penetrante.
-¿Hueles eso, amigo? -le preguntó a Tadd-. Hay un leve hedor a Hum aquĆ. Dos... tal vez tres.
Tadd gruñó.
-El seƱor Pratt tenĆa razón -habló-. ¡Nunca nos verĆ”n venir aquĆ!
-¡Estas tierras pertenecen a los Bromn!
El dueño de la granja, un simple trabajador hum de unos sesenta años, salió del cobertizo con su rastrillo.
Listo para trabajar ese dĆa, comenzó a silbar una melodĆa que habĆa escuchado en la taberna del pueblo a una hora a pie de su casa.
Sin embargo, su jovial canción pronto se detuvo cuando vio a dos visitantes en el frente de la granja.
-Oh no... no... -gritó por lo bajo-. ¡Bromn!
El granjero asumió una postura de pelea y preparó su rastrillo.
-¡Hijo! -gritó sabiendo que alertarĆa a los intrusos-. ¡¿Dónde estĆ”s ?! ¡Necesito tu ayuda!
El Hum levantó su arma hacia los invasores y sacudió sus viejas púas de madera en un esfuerzo inútil por alejarlos.
-¡SerĆ” mejor que salgan de aquĆ si saben lo que es bueno! ¡FUERA!
Pero sus amenazas solo sirvieron para divertir al guerreros Bromn. Gorg rio enseñÔndole los dientes al hombre. Tadd dio media vuelta y huyó.
-¡ArrodĆllate ante tus nuevos amos, patĆ©tico Hum! -declaró Gorg, flexionando su poderoso cuerpo- . ¡RĆndete a los Bromn!
¡Tal demanda enfureció al granjero! El Bromn pudo haber sido grande y poderoso, pero los Hum eran una raza orgullosa y noble, ¡nunca se rindieron antes sin luchar!
-¡Maldita bestia! -le gruñó a Gorg-. ¡NUNCA ME ARRODILLARĆ A UNA MIERDA COMO USTEDES!
Levantando su pesado rastrillo sobre su cabeza y corrió hacia el Bromn, gritando: -¡¡Mi Ćŗnico gobernante es el Rey TarkĆ”n!!
El hijo del granjero, un musculoso joven de veinte aƱos, salió cuando escuchó el griterĆo.
-¿Me llamaste, papĆ”? -bostezó, pasando su mano ligeramente callosa sobre su cabello castaƱo. Se percató del peligro-. ¿QuĆ©... quĆ© estĆ” pasando?
¡Contempló asombrado al enorme Bromn que estaba en su tierra!
-Hijo -le gritó el granjero para que saliera de su estupor-, ¡ten cuidado! ¡¡¡Hay otro!!
¡Tadd rĆ”pidamente agarró al hijo del granjero apretĆ”ndole los testĆculos desde atrĆ”s!
¡El Bromn perdió poco tiempo en demostrar su fuerza ante su vĆctima!
-¡UAAAAGHH! -el joven gritó mientras luchaba y se sacudĆa. ¡Pero el agarre del Bromn era irrompible!
-¡QuĆ© muchacho tan dĆ©bil y tonto! -el callado Tadd se burló, presionando al hijo del granjero cerca de su cuerpo musculoso-. ¡Hum, idiota! ¡¡TE APLASTARĆ!!
¡El granjero se detuvo cuando escuchó los gritos agónicos de su Ćŗnico hijo!
Lanzó una mirada asesina y levantó su rastrillo al Bromn mÔs cercano a él.
-¡LARGATE DE MI GRAN...!
¡Aprovechando la distracción de su cómplice, Gorg dio un paso adelante y envió su puƱo a la entrepierna del honorable hum!
-Hijo... -gimió de dolor, dejando caer su arma-. Aaaay...
Incapaz de sostenerse por sà mismo, se desplomó hacia adelante y en los poderosos brazos del invasor.
Gorg sostuvo al Hum, sujetƔndole los brazos a los costados y dejƔndolo indefenso.
El Bromn sonrió. A pesar de todas sus amenazas e ira, el dueño de la granja fue fÔcilmente derrotado.
Las poderosas manos de Tadd apretaron sin piedad los testĆculos al hijo del granjero, hasta que finalmente...
-RĆNDETE, HUM -el invasor gruñó enojado a su vĆctima-. ¡RĆNDETE ANTE MI.
¡El muchacho no pudo soportar mĆ”s! ¡Y SE RINDIĆ SIN SOPORTAR EL INTENSO DOLOR QUE LO DOMINABA!
-¡AUUUGHH! ¡SI, SI! ¡ME RINDO, PIEDAD!
Pero Tadd no estaba satisfecho con una súplica tan tonta. Presionó la punta de sus dedos en los objetos ovalados, hasta que la yemas de sus dedos se volvieron blancas.
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