Escrita por: Fercho MX
CONTIENE:
Ballbusting hombre/hombre
Rodrigo es actualmente un hombre de 24 años, hace 6 años huyó de Heroland, una isla conocida por ser cuna de los superhéroes del mundo. En ese lugar pasó su adolescencia recluido por robar los poderes de su hermano mayor golpeándolo en las bolas. Físicamente era muy parecido a su hermano mayor, cualquiera podría pensar que eran gemelos.
Para mezclarse entre los humanos, Rodrigo tenía dos empleos y estudiaba una carrera ejecutiva. Hace apenas un año, tras evitar un robo, decidió que era tiempo de convertirse oficialmente en Súper Héroe, se dedicó a realizar pequeñas hazañas, manteniendo un bajo perfil.
Con mucho esfuerzo y trabajo, logró reunir el dinero para hacer él mismo su primer traje, el chico estaba feliz y dispuesto a mostrarse al mundo. Su parte favorita del nuevo traje era el refuerzo de compresión en la entrepierna, pues tenía unas gónadas gigantescas y un falo igual de enorme, difíciles de ocultar y al contrario de su hermano Carlos, a él no le gustaba exhibirse.
Portando su nuevo traje comenzó a participar confiadamente en hazañas más grandes como evitar actos terroristas, incluso protegía a países pobres de huracanes y catástrofes naturales, no las evitaba por completo, pues sabía que eran necesarias para el funcionamiento del planeta, solo impedía que estas dañaran a las personas, los poblados y ciudades más vulnerables.
Con sus poderes Rodrigo establecía un perímetro de energía como un domo protector, mientras lentamente aminoraba con su telequinesia todos los vientos del huracán o la catástrofe en cuestión, en realidad tenía los poderes de un Dios y la gente empezaba a notarlo.
Llamaba mucho la atención que la reconocida “Liga de Héroes” lo desconociera, esta liga era una asociación de superhéroes, todos provenientes de Heroland, la agrupación era conocida en todo el mundo, aunque solo eran un puñado de cinco hombres con súper poderes, su impacto era grande y sus hazañas reputadas.
Ellos repudiaban a Rodrigo por que conocían la forma tan vil en la cual consiguió parte de sus poderes y por que él básicamente era un fugitivo, de hecho en varias ocasiones la misma Liga habría tratado de derrotarlo y devolverlo cautivo a Heroland, pero los poderes de Superman Hood eran por mucho superiores a los de todos ellos y no lograban su cometido, la Liga no eran sus amigos.
Un día, después de evitar que un avión se estrellara en plena Ciudad de México, nuestro héroe recibió un llamado muy interesante, cuando en todos los dispositivos electrónicos públicos y privados apareció el mismo mensaje "Superman Hood (acompañado de unas coordenadas)". El héroe se dirigió velozmente a estas coordenadas solo para encontrar un maletín con nuevas instrucciones que lo citaban en la cima de un rascacielos en Hong Kong.
Superman Hood se dirigió sin titubeo hacia esa ubicación. Ahí se encontraba un hombre alto y esbelto vestido con un traje de Ninja de un color azul muy oscuro.
–¿Quién eres y qué quieres? –preguntó Rodrigo.
–Soy un héroe como tú, combato el crimen, me llaman Blue Rage (La ira Azul), sin embargo a diferencia de ti, no tengo súper poderes o habilidades especiales fuera de ser un atleta experto en artes marciales – Explicó el ninja.
–¡Bien por ti! ¿qué tiene que ver eso conmigo? –preguntó Superman Hood.
–Quisiera tener la oportunidad de vencerte, se que eres súper veloz e invulnerable, así que si tuvieras la cortesía de concederme darte el primer golpe, sin que lo esquives, estoy seguro que de podría vencerte –Solicitó el ninja.
Después de razonar en unos segundos el equivalente a una hora, Rodrigo llegó a la conclusión de que este ninja conocía el secreto de sus poderes y que buscaría lanzar su primer golpe a sus gónadas. Pero ¿Conocería su debilidad? ¿Sabría que solo un familiar sanguíneo puede causarle daño? ¿Debería permitirlo? ¿Habría algún riesgo? Este ninja aparentemente no era un pariente, así que aunque lo golpeara en las bolas, esto no le afectaría, pero el ninja tenía la cara cubierta ¿Cómo saberlo? ¿Arriesgaría sus poderes por nada? ¿Debería con su súper velocidad develar el rostro de este misterioso ninja para asegurarse?
Lamentablemente el poder de la clarividencia era el más caprichoso de todos, Rodrigo era incapaz de controlarlo, sin embargo sabía que este poder solo aparecía cuando un verdadero peligro estaba por suceder, si no había reacción de su clarividencia en este momento, era muy probable que el encuentro con este Ninja no fuera nada serio.
–¿Qué gano yo con esto? – cuestionó Rodrigo.
–Que no le cuente al mundo tu identidad, los motivos por lo que la Liga te detesta y sobre todo que divulgue tu mayor debilidad –dijo el Ninja– Tengo todo listo, si algo me pasa, esa información será pública.
El ninja era muy veloz para ser un humano, se acercó y acertó un fortísimo golpe a los testículos de nuestro héroe, el impacto fue tan fuerte que hizo rebotar las gónadas a varios centímetros en dirección opuesta del golpe recibido. El ninja sintió en el impacto la blanda pero muy pesada materia de los órganos del superhéroe.
Rodrigo no sintió dolor alguno, solo percibió el movimiento de sus pelotas.
–¿Eso es todo lo que tienes? –preguntó a Blue Rage– ¿seguro que eres un ninja? ¿no serás más bien una “niña”?
El ninja se molestó con ese comentario, Rodrigo se rió, no había nada de qué preocuparse, este tipo no podía dañarlo.
–Vamos, ¡Vuélvelo a intentar! –Superman Hood incitó al ninja– Si es que puedes.
El ninja golpeó una y otra vez de todas las formas posibles las bolas del héroe: puñetazos, codazos, rodillazos, patadas, incluso cabezazos pero no surtían efecto alguno, Rodrigo sentía como sus pelotas rebotaban de un lado a otro al compas de los perfectos golpes de este ninja, aunque no sintiera dolor alguno, podía percibir la técnica y velocidad en los demoledores golpes de este simple humano, entonces comprendió que Blue Rage debía ser un héroe muy competente y habilidoso a pesar de no tener poderes.
Blue Rage decidió usar su arma secreta, una técnica de artes marciales chinas que le permitía transferir su Chi a una sola parte de su cuerpo para potenciar en 100 veces cualquier golpe, el ninja transfirió todo su Chi a su pierna izquierda y conectó una patada que sorprendió finalmente a nuestro héroe, quien no podía creer lo que había ocurrido, el impacto de esta patada había sido tan fuerte que había lograrlo desbaratarlo.
El traje de Superman Hood se roturó, cada capa de compresión con la que contaba en la entrepierna se deshizo, como resultado las enormes bolas y falo de Rodrigo fueron liberados de la presión del traje, quedando expuestas y colgando. Esto molestó mucho al joven héroe, quien furioso decidió finalmente actuar, pues este ninja había roto la parte favorita de su traje adquirido con tantos sacrificios.
El ninja quiso dar una patada nuevamente a las expuestas y carnosas pelotas de Superman Hood, pero éste interceptó su pierna y la aprisionó para inmediatamente dirigir una poderosa patada hacia la expuesta entrepierna del ninja, pero no lo hizo con súper velocidad, así que el ninja pudo percatarse de cómo la espinilla de nuestro héroe iba a golpear de lleno su entrepierna, en solo un fracción de segundo, Blue Rage comprendió que había tentado a un Dios y era momento de pagar por ello con su hombría y tal vez con su vida.
La pierna de Superman Hood se detuvo a escasos milímetros del impacto con la entrepierna del Ninja, él incluso pudo sentir una onda de energía que le sacudió el pantalón, posteriormente el héroe liberó la pierna que mantenía aprisionada y el Ninja cayó al suelo aliviado.
Rodrigo había tenido piedad con él y le había perdonado la vida, pudiéndolo dañar, no lo había hecho, es entonces que el ninja pudo ver la nobleza y pureza de Superman Hood y una gran admiración y lealtad creció dentro de él.
–Es mi culpa –admitió Rodrigo dándole la espalda– yo te llamé “niña” y permití que me dieras esos golpes, tú me pediste un golpe y yo te incité para que me dieras más. Honestamente parte de mi disfrutaba sentirme invencible. Ser golpeado en múltiples ocasiones en esa parte y no sentir daño alguno te hace sentir poderoso, nunca nadie me había golpeado en esta parte… fue mi culpa, yo lo siento.
Blue Rage se incorporó y se colocó frente a Superman Hood, miró sus enormes pelotas expuestas y después lo miró a la cara y le dijo.
–Te pedí una cortesía y me la concediste, no debí ir más lejos, yo… –miró nuevamente las pelotas de Rodrigo– yo lo arreglare, te conseguiré un nuevo traje, no solo eso, tendrás el mejor traje y la mejor tecnología de apoyo que cualquier súper héroe puede desear, ni la Liga tiene los avances tecnológicos con los que yo cuento y mira que entre ellos existe uno que es la mente más brillante del planeta.
Rodrigo lo miró desconcertado, el ninja se quitó la mascara y reveló su verdadera identidad, Rodrigo lo conocía, es más, medio planeta lo conocía, frente a él estaba una celebridad, el hombre más rico del mundo, visionario tecnológico y reconocido filántropo.
–Así es Rodrigo, mi verdadero súper poder es ser asquerosamente rico –dijo Blue Rage– Mi nombre es Ted Tavira, por la nobleza que haz demostrado hoy, tienes mi total lealtad y amistad si la aceptas, también acceso total a mis recursos, además si me lo permites, quisiera entrenarte, eres muy poderoso pero la realidad es que no sabes pelear, yo tengo treinta y seis años y desde los seis he entrenado diversas artes marciales.
–Si eres de los buenos ¿Por qué querías quitarme mis poderes y vencerme? ¿Por qué querías pelear conmigo entonces? –preguntó Rodrigo.
–Era una prueba –Respondió Ted– si un simple humano como yo podía efectivamente derrotarte, eso significaría que no mereces esos poderes y que no eres realmente el héroe que el mundo necesita.
Es así como Rodrigo conoció Ted su aliado, mentor y mejor amigo, quien a pesar de ser un simple humano, le enseñaría cómo controlar verdaderamente sus súper poderes.
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