CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Alejandro, era un muchacho amigo de uno de los hijos de Bastian, que habĆa pedido colaborar con el proyecto con cualquier cosa. Era arrogante, divertido y muy guapo. Con cabello castaƱoo, y conducta ligeramente traviesa que ponĆa a los testĆculos en constante peligro. Farid parecĆa ser el foco de su atenciĆ³n.
El hijo de Ć”rabes se frotĆ³ la entrepierna y gruĆ±Ć³. Era su Ćŗltimo dĆa en la hacienda ChacĆ³n antes de pasar una semana en su casa con la familia.
—AnĆmate —sonriĆ³ Alejandro—. ¡Es el dĆa del golpe de bolas! —se echĆ³ a reĆr y le dio unas palmaditas en la espalda a Farid.
Farid mirĆ³ a Bastian en medio de su incontenible dolor. —Carajo, ¿quĆ© le he hecho a Ć©ste bastardo para merecer esto?
Bastian se encogiĆ³ de hombros. —Ayer fue el turno de Unai.
El cientĆfico Unai estaba sentado en el sofĆ”, con las piernas cruzadas, hizo una mueca al recordar los diversos ataques que Alejandro habĆa lanzado contra sus delicadas gĆ³nadas. —TodavĆa estoy dolorido —se lamentĆ³. —¡Mis testĆculos no estĆ”n acostumbrados a ser maltratados!
—¡Acostubrate! —sonriĆ³ Alejandro.
Unai gimiĆ³ y Bastian se echĆ³ a reĆr.
Unai y Farid le lanzaron miradas furiosas.
Alejandro se riĆ³ a carcajadas.
Farid seguĆa doblado y murmurĆ³ una serie de improperios en otro idioma que no parecieron disminuir la alegrĆa de Alejandro.
—Y pensar que maƱana irĆ”s a tu casa, ¿verdad? —interrogĆ³ Alejandro—. Tu familia va a notar que caminas un poco raro.
Farid gimiĆ³, tratando de aliviar el dolor agarrĆ”ndose los testĆculos.
—Dile a tu esposa que lo siento —se riĆ³ Alejandro—. PodrĆas darle mi nĆŗmero de telĆ©fono en caso de que necesite sexo salvaje, una buena cojida.
Farid le lanzĆ³ una mirada enojada.
Alejandro puso sus manos en sus caderas y se encogiĆ³ de hombros. —¿Que puedo hacer? —hizo una sonrisa estĆŗpida y no se dio cuenta que el enfoque de Farid cambiĆ³ de su rostro al bulto del jeans del muchacho.
El codo de Farid saliĆ³ disparado y atrapĆ³ a Alejandro justo en la ingle.
—Toma —gruĆ±Ć³ Farid.
—¡Mis bolas! —gimiĆ³ Alejandro agarrĆ”ndose la entrepierna.
Unai levantĆ³ las cejas y murmurĆ³. —Eso es karma.
Bastian se burlĆ³.
Tanto Farid como Alejandro estaban sobando sus entrepiernas y gimiendo.
—Eso fue malo —gimiĆ³ Alejandro—. Le diste a los dos —se frotĆ³ ambas bolas con mueca de dolor—. ¡Mierda!
—Deja de quejarte —le sonriĆ³ Farid—. AnĆmate, es el dĆa del golpe en las bolas.
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