CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/MAQUINA
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
āSĆ, asĆ que dejĆ© de estar dando vueltas y quise poner algunos cambios en la recta final del proyecto ādecĆa Bastian al celular. Estaba en contacto con su hijo GermĆ”n. En Ć©se momento la puerta de la oficina fue abierta ingresando el guapo Farid.
āUnai acaba de llegar āanunció.
āOh, que bien hazlo pasar āle dijo. Farid salió dejando la puerta abiertaā. Hijo, tendrĆ© que dejarte. Ya estĆ” aquĆ, Unai, mi amigo de la universidad que te comentĆ©. SĆ, el cientĆfico loco al que le tenĆas miedo, el otro muchachos ya debe estar por llegar āhubo una risita y el final de la llamada telefónica.
Justo en Ć©se momento, la puerta se abrió y Unai apareció. TenĆa 55 aƱos de edad, y no era un desquiciado hombre de la ciencia sino guapo para su edad. Con cabello castaƱo y mirada vivaracha con ojos verdes. HabĆa presenciado por redes sociales el proyecto de su antiguo compaƱero de clases y quiso ponerse a la orden con algunas ideas.
āBienvenido de nuevo, Unai āBastian sonrió levantĆ”ndose del asiento para estrechar su mano y entregar un abrazo.
āMe alegro de verte ārespondió Unaiā. Te traje un regalo.
Bastian sonrió y se cubrió la entrepierna con las manos. āPruĆ©balo con Farid āacertó rĆ”pidamente.
Farid gimió y abrió el cinturón de sus jeans. āĀæQuĆ© es esta vez? āsuspiró y se bajó los pantalones y los boxer, mostrando sus grandes genitales a la vista.
Unai sacó una pequeƱa caja de madera con un agujero y la sostuvo para que la vieran. āMi invento se llama 'El Matabolas' estĆ” reciĆ©n patentado.
Farid se puso incómodo.
āSuena interesante āalegó Bastian muy convencido.
āEs muy simple āexplicó Unai con una gota de orgullo, mientras se arrodillaba frente a Farid y agarraba su escrotoā. Pones tu bolsa escrotal en esta abertura. Dentro de la caja hay un mecanismo que funciona como una mĆ”quina para estirar āmetió los huevos de Farid dentro de la caja, haciendo que el Ć”rabe se estremeciera y se retorciera. La primera bola pasó sin problemasā. Hmm, tal vez deberĆa hacer la apertura un poco mĆ”s ancha, considerando que los testĆculos de los Chacón parecen limones ādijo Unai lentamente mientras presionaba su pulgar contra la otra gónada de Farid hasta que se metió en la cajaā. ĀæNo es asĆ, Bastian?
Bastian afirmó.
āEstĆ” bien ādijo Unai, sonriendoā. Hecho.
Farid bajó la mirada hacia su entrepierna. La caja de madera colgaba debajo de su flĆ”cido pene, no parecĆa muy feliz.
Unai sonrió y mostró un control remoto. TenĆa dos botones, uno rosado y el otro rojo.
āĀæPara quĆ© son? āquiso saber Bastian.
āBueno, tĆŗ eliges el color que quieres que sean sus testĆculos āUnai le guiñó un ojo.
Farid tragó saliva.
āEl rosa es para el agarre. Aprieta las bolas mientras lo presionas āexplicó Unai y demostró el efecto presionando el botón rosa.
Los ojos de Farid se hincharon y su boca se abrió de par en par cuando dejó escapar un grito agudo. āMierda āgimió.
Unai soltó el botón rosa y Farid se dobló, agarrando la caja de madera entre sus muslos.
āBueno ācomentó Bastianā. Buen trabajo. Pero al ser enfrentamiento entre equipos y al ver que esa caja es cerrada, no verĆ”n la acción y pensarĆ”n que los engaƱas y te has vendido al grupo ganador.
Unai sonrió y asintió. āPensĆ© en eso ādijo y apartó suavemente las manos de Farid.
Farid jadeaba con fuerza āāobservando cómo Unai retiraba la parte delantera de la caja, dando una vista completa de sus testĆculos y los mecanismos internos.
Unai presionó el botón rosa nuevamente y los testĆculos de Farid se atraparon, aplanĆ”ndolos, haciendo que dejara escapar un gemido agonizante.
Bastian sonrió de ver como las bolas de Farid se aplastaban.
Unai parecĆa orgulloso mientras continuaba presionando el botón rosa. āY el rojo, bueno, pensĆ© que serĆa bueno jugar con algo de electricidad para variar.
Farid lo miró horrorizado, su rostro se retorcĆa de dolor.
āHay que presionar ambos botones al mismo tiempo. EnvĆa ondas de choque elĆ©ctrico a sus testĆculos mientras los comprime ādijo Unaiā. ĀæQuieres que te lo demuestre?
āClaro, por quĆ© no.
āDe ninguna manera āFarid intentó protestar, pero fue interrumpido por un silbido elĆ©ctrico que resonó en la habitación. Sus bolas aplastadas temblaron, a ser fritas por el artilugio de Unai. Quien le chamuscó los pelos de sus bolas. Los ojos de Farid se agitaron y su nariz se torció cuando Unai tostó sus testĆculos por un par de segundos mĆ”s.
Cuando Unai soltó los botones, el silbido se detuvo y el agarre se aminoró mientras los dos grandes testĆculos recuperaron su forma original.
Después de una fracción de segundos de silencio, Farid dejó escapar un grito penetrante que hizo que Unai y Bastian se estremecieran.
La cara de Farid estaba cubierta de sudor, tenĆa la boca abierta y los ojos cruzados mientras se hundĆa lentamente en el suelo, chillando de dolor.
āImpresionante ādeclaró Bastian.
āGracias ādijo Unaiā. Y puedes hacer todo tipo de cosas divertidas, como hacer reto de preguntas. El concursante da la respuesta incorrecta y bzzzz āpresionó ambos botones, haciendo que Farid se retorciera en el suelo y aullara de dolor mientras sus testĆculos eran aplastados y chamuscados al mismo tiempo.
Unai miró a Bastian y sonrió. Soltó los botones y los aullidos de Farid se convirtieron en patéticos gemidos.
Bastian asintió con la cabeza.
Unai continuó con sus ideaa:
āO hacer que un chico haga cincuenta sentadillas. Si no puede hacerlo, bzzzz.
Una vez mÔs, presionó ambos botones al mismo tiempo, haciendo que el cuerpo de Farid convulsionara.
āSĆ, entiendo ādijo Bastian rĆ”pidamente.
Unai soltó los botones y asintió.
āO podrĆas hacer que dos muchachos compitan entre sĆ. Y el perdedor, bzzzz.
Presionó los botones una vez mÔs.
Y los huevos de Farid se asaron otra vez. Sus lastĆmeros gritos se volvieron roncos al tiempo que sudaba profusamente.
āEs suficiente, Unai āordenó Bastian, preocupado por las pelotas de Farid.
Unai soltó los botones y declaró:
āTodavĆa estoy trabajando en el voltaje correcto. ĀæLo quieres suave o intenso?
Farid estaba totalmente fuera de sĆ. Gimiendo, sus piernas estaban pateando inutilmente el aire.
āQue sea una descarga suave ārespondió Bastian.
Unai asintió con la cabeza. āEstĆ” bien, entonces tendrĆ© que ajustarlo ... āse arrodilló junto a Farid, que jadeaba y tosĆa, y tiró de la caja.
Farid gimió de dolor.
Unai suspiró. āMaldición. Ahora sus testĆculos son incluso mĆ”s grandes que antes. Realmente tendrĆ© que ampliar esa apertura āsuspiró y metió los pulgares en las gónadas hinchadas de Farid hasta que cruzaron el agujero despuĆ©s de varios intentos dolorosos que hicieron a Farid gritar a todo pulmón.
Finalmente, sus testĆculos estaban libres. Unai agarró los dos cojones con su mano. āĀæVes? EstĆ”n rojoā¦
āBuen trabajoā¦
āGracias āsonrió Unai en lo que Farid se acurrucaba gimiendo.
Unos minutos despuĆ©s, estĆ”ban sentados en la sala de estar. Farid se habĆa puesto una bolsa de hielo en la entrepierna. Miraba a Unai con odio.
āCasualmente hoy tambiĆ©n venĆa un nuevo chico ādijo Bastianā. Hace unos dĆas un amigo de mi hijo GermĆ”n se comunicó conmigo diciendo que querĆa ayudarme y estaba dispuesto a todo por conseguirlo, llegarĆ” en cualquier momento.
Farid lo miró.
āĀæUn nuevo chico? ĀæUn nuevo hombre comĆŗn? ĀæCuando se incorporarĆ”? Considerando que maƱana y el viernes no habrĆ” actividad aquĆ.
āYa te dirĆ©. El muchacho se ve un tipo agradable. Pero no quiero incluirlo con los comunes, sino que nos ayude en la parte tĆ©cnica.
En ése momento, la puerta se abrió y entró Alejandro.
TenĆa 26 aƱos, un apuesto joven de cabello castaƱos y ojos marrones. VestĆa chaqueta de cuero negra y jeans.
āHola ādijo alegremente. Vio la bolsa de hielo en la entrepierna de Farid y sonrióā. ĀæEmpezaron sin mĆ?
āFarid, Unai, Ć©l es Alejandro ālos presentó Bastian.
āEncantado de conocerte ādijo Unai cortĆ©smente y estrechó la mano de Alejandro.
Farid se burló. āLlegó una nueva gata al proyecto.
Bastian levantó una ceja.
āĀæPero quĆ© estĆ”s diciendo, idiota?
Farid se echó a reĆr.
āSoy heterosexual ādijo Alejandro. Se desabrochó el jeans y quitó sus demĆ”s prendas del vestuario, y Farid y Unai lo observaron mientras agarraba sus genitales con la mano.
Farid se acomodó en su asiento y reajustó la bolsa de hielo en su entrepierna.
Unai miró a Bastian y con un brillo en los ojos y dijo:
āEl Matabolas, Āæpuedo?
Bastian se encogió de hombros.
Unai se aclaró la garganta y le sonrió a Alejandro. Agarró la caja de madera y dijo: āEste es un invento mĆo. Me gustarĆa ver como reacciona en ti.
Alejandro sonrió. āClaro, adelante.
Unai no pudo ocultar su emoción. Hizo un gesto a Alejandro para que se acercara, luego insertó sus testĆculos en la abertura. āMaldición āmurmuróā. Son mĆ”s grandes que los de Farid...
Alejandro intentó permanecer tranquilo, pero era obvio que sentĆa dolor cuando Unai intentó empujar y apretar sus testĆculos en el agujero.
Finalmente, Unai suspiró y levantó la mano. Golpeó con la palma las bolsas de Alejandro, haciendo que la boca del muchacho se abriera de dolor. Soltó una tos sin aliento.
Unai sonrió. Miró las huevas dentro de la caja y asintió. Agarró el control remoto.
Farid y Bastian se inclinaron hacia delante y vieron a Unai presionar el botón rosa.
āĀ”Oh, CARAJO! āgritó Alejandro, cuando la maquina atrapó sus testĆculos y los estiróā. Ā”Mierda, carajo, puta madre!
Unai soltó el botón y las bolas de Alejandro volvieron a su forma original.
āAy ājadeó Alejandroā. Eso fue intenso...
Unai presionó el botón rosa nuevamente, haciendo que los ojos de Alejandro se cruzaran y provocara un gemido gutural.
Unai señaló las bolas atrapadas y se volvió hacia Bastian.
āPodrĆas hacer todo tipo de cosas ādijoā, como pincharlos con una aguja o tal vez torturarlos con los dedos.
āNo sĆ© ādijo Bastian.
āAsĆ ādijo Unai y juguetonamente sacudió las pelotas de Alejandro.
Alejandro dejó escapar un grito, haciendo que Unai se riera.
āĀæVes?
Bastian afirmó.
āĀæPodrĆas soltarlos? āsusurró Alejandro con voz sin tono.
āSeguro āUnai soltó el botón.
āĀæQuĆ©? āFarid dijo incrĆ©duloā. No has presionado el rojo.
Unai se encogió de hombros. āYa lo he probado en ti. No tengo que.ā¦
āĀæHas frito mis huevos pero no vas a freĆr los de Ć©ste tontozuelo? ādijo Farid, luciendo ofendido.
Alejandro se aclaró la garganta, haciendo una mueca de dolor. āErm, ĀæquĆ© quieres decir con freĆr?
Unai se encogió de hombros otra vez.
āChicos ādijo Alejandro lentamenteā. ĀæQuĆ© quieren decir con freĆr?
Unai puso los ojos en blanco y le entregó a Farid el control remoto. āĀæQuieres hacer los honores?
La boca de Farid se ensachó con una maligna sonrisa. āOh sĆ.
Alejandro se dobló con las manos sobre las rodillas. Miró a Bastian. āEn serio, ĀæquĆ© quieren decir con freĆr?
Bastian abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por el silbido de la electricidad cuando Farid presionó ambos botones.
Alejandro gritó con mucha fuerza, su cuerpo se convulsionó, y sus músculos se tensaron.
āEso ādijo Bastian muy tranquilo mientras veĆa las bolas de Alejandro asarse ante el invento de Unai.
Las pelotas vibraron y su cuerpo tembló mientras gritaba y chillaba como cerdo.
āFarid, eso es suficiente.
Farid ignoró a Bastian.
āĀ”Es suficiente!
Farid le lanzó una mirada decidida y gritó: āĀ”Mis bolas fueron tostadas durante dos minutos!
āĀ”Farid! āgritó Bastian, mirando a Alejandro cuando sus ojos volvieron a su cabeza y sus gritos aumentaron en tono y volumen.
Se acercó al hijo de Ć”rabes y rĆ”pidamente sacó la bolsa de hielo de su regazo. No habĆa cerrado sus jeans y sus gónadas hinchadas se abultaban dentro de su ropa interior. Bastian alzó el puƱo y lo dejĆ© caer sobre las campanas de Farid.
Farid reaccionó como si un martillo golpeara sus testĆculos.
Inmediatamente soltó el control remoto y agarró su entrepierna. Su rostro se contorsionó de dolor. Se cayó de la silla y se acurrucó en el suelo, gritando obscenidades en Ôrabe.
Al mismo tiempo, Alejandro se derrumbó y se unió a Farid en el suelo, su cuerpo se retorció y giró, gimiendo de dolor.
Unos minutos despuƩs, estaban sentados en la sala de estar. Cada uno con bolsas de hielo en su entrepierna. Farid miraba con odio. Alejandro miraba a Farid con sentimientos similares.
Bastian los observó y suspiró.
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